UNAM y Universidad de Arizona construirán mega telescopio

Después de casi cuatro décadas (1979) de haber instalado el telescopio de 2.1 metros en el Observatorio Astronómico Nacional de San Pedro Mártir (Oanspm), en Baja California, el Instituto de Astronomía (IA) de la UNAM y el Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (Inaoe) construirán uno tres veces más grande.

El nuevo Telescopio San Pedro Mártir (TSPM) contará con un espejo de 6.5 metros de diámetro desarrollado por la Universidad de Arizona, que continúa con la última fase de pulido detallado, de acuerdo con informes de la Universidad. Además, tiene uno secundario y lentes correctoras, con los que se estudiarán objetos celestes en el óptico-infrarrojo.

En este proyecto participan la Universidad de Arizona y el Smithsonian Astrophysical Observatory (SAO) –que opera el telescopio de Espejos Múltiples (MMT) en Monte Hopkins Arizona–, por lo que el TSPM funcionará como un laboratorio binacional México-Estados Unidos, que se complementará científica y tecnológicamente.

“México aporta la inversión que hace falta para completar el proyecto. Se contará con el apoyo del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) y de la UNAM, además de aportaciones de elementos ópticos e instrumentos, y la colaboración tecnológica de los socios”, afirma Jesús González González, director del IA.

Se necesita, indica, “infraestructura de vanguardia para adaptarse a la investigación astronómica que hoy se realiza en el mundo, y este proyecto permitirá seguir con la contribución mexicana en el campo de la astrofísica”.

Lorena Archundia, directora de Planeación de la Ciencia del Conacyt, comentó que se “tendrá un impacto múltiple: en el fortalecimiento de las capacidades institucionales y en distintas áreas del conocimiento científico. Estaremos a la vanguardia en el campo de la astronomía y en la formación de recursos humanos”.

Para Andrew Szentgyorgyi, del SAO, con los descubrimientos recientes de planetas, el TSPM se convierte en un proyecto estratégico para el estudio de esos sistemas, sobre todo porque en el norte del continente existen sólo dos lugares idóneos para realizar ciencia de frontera en este campo: San pedro Mártir (México), los archipiélagos de Hawai (EU) y Canarias (España), en el viejo continente.

Primera etapa

El TSPM se encuentra en su etapa de diseño. La propuesta se sometió a una valoración por parte de un panel de expertos independientes, quienes valoraron los detalles del diseño y aportaron recomendaciones al grupo que lo desarrolla.

En proyectos grandes, lo que se invierte en diseño es fundamental; no puedes cometer errores porque el costo y riesgos se incrementan considerablemente. Se invierte en el orden del 10 por ciento en esta fase, explicó Jesús González.

Tradicionalmente, los telescopios son desarrollados en Estados Unidos y Europa; sin embargo, “nuestro país tiene las capacidades para desarrollar esta infraestructura y tecnología”, resaltó Jorge Andrés Uribe, del Centro de Ingeniería y Desarrollo Industrial (Cidesi) y encargado del diseño del TSPM.

“El espejo primario es de una sola pieza y está hueco por dentro. Estas características le permiten regular su temperatura para el uso adecuado y es una ventaja respecto a otros”, comentó Mario Rascón, de la Universidad de Arizona.

El TSPM incluirá una cámara de gran campo y un instrumento en el cercano infrarrojo para espectroscopía, con los que se podrán estudiar desde los objetos débiles cercanos, hasta los brillantes y muy lejanos.

Una vez aprobada la etapa de diseño, se espera iniciar la construcción en 2017 y concluir en cinco años, aproximadamente. La construcción de la cúpula, los edificios de servicio y demás infraestructura estarán a cargo de la empresa M3mexicana. La operación científica del telescopio, que se espera sea de más de 40 años, comenzará desde el primer día a partir de concluir con su construcción.

Fuente: La Jornada