¿Se puede ser gordito pero sano?

¿Puedes estar en forma y sano aunque estés pasado de peso? Hacer ejercicio, a pesar de tus kilos de más, ¿puede reducir el riesgo de un ataque cardiaco?

La idea de que puedes estar “gordito pero sano” ha sido controversial desde hace tiempo. Aunque muchos expertos de la salud promueven los beneficios de la

actividad física, muchos doctores ven el concepto de ser “gordito pero sano” con sospecha.
Ahora, un nuevo estudio —quizá el más grande en su tipo— indica que incluso si la gente obesa o con sobrepeso no tiene complicaciones de salud, de cualquier

manera es más propensa a desarrollar enfermedades cardiacas que la gente que está en un peso adecuado.
Independientemente de que la gente obesa no tuviera diabetes, presión arterial alta o colesterol elevado, lo que a veces se denomina “obesidad metabólicamente saludable”, si lo eran tenían un riesgo ligeramente mayor de sufrir un derrame cerebral, un riesgo de casi el 50 por ciento mayor de presentar enfermedades coronarias y un riesgo de casi el doble de desarrollar fallas cardiacas que la gente sin sobrepeso y una salud metabólica similar.

La gente metabólicamente sana pero considerada solo con sobrepeso tenía un riesgo un 30 por ciento mayor de presentar enfermedades coronarias comparada con la gente con peso normal y metabolismo saludable.

“La conclusión es que la obesidad metabólicamente saludable no existe”, dijo Rishi Caleyachetty, de la Escuela de Ciencias Médicas y Dentales de la Universidad de Birmingham en Inglaterra, quien fue el autor principal del artículo, publicado en la Journal of the American College of Cardiology. “La obesidad no es una condición benigna”.

Sin embargo, los críticos dicen que el análisis, basado en los informes electrónicos de la salud de 3,5 millones de pacientes británicos monitoreados de 1995 a 2015, no contempló muchos factores. Los informes médicos no registran los hábitos de vida, así que el estudio no da cuenta de los efectos de amplio espectro de la dieta. Clasifican el peso según el índice de masa corporal, una fórmula que se basa en el peso y la estatura y que no distingue entre músculo y grasa. Lo más importante, según los críticos, es que estos análisis no toman en cuenta los niveles de actividad o condición física.

Otros estudios han descubierto que hay un índice mayor de fallas cardiacas entre personas obesas, dijo Carl Lavie, el director médico de Rehabilitación Cardiaca y Cardiología Preventiva del Instituto Cardiovascular John Ochsner en Nueva Orleans. Sin embargo, cuando se trata de los resultados de cardiopatías coronarias, los estudios que toman en cuenta el peso y la actividad física concluyen que “estar en forma es más importante que la gordura”, al menos para los obesos moderados, dijo.

“Para la mayoría de la gente con sobrepeso u obesidad leve, no creo que sea el fin del mundo si se puede mantener en un nivel bajo de actividad física”, dijo Lavie.

Caleyachetty, autor del nuevo artículo, estuvo de acuerdo en que la falta de información sobre mantenerse en forma y el ejercicio era “una advertencia importante”.

“Aquellas personas con un metabolismo saludable, obesas y muy activas podrían tener un riesgo menor de desarrollar una enfermedad cardiovascular”, admitió.

Los críticos dicen que es importante expresar ese mensaje, porque a mucha gente le resultará más fácil emprender un régimen de ejercicios y mantenerlo en lugar de perder peso y mantenerse delgada.

“Creo que es mejor eso que decirle a la gente ‘Más te vale no subir de peso’”, dijo Lavie. “La gente no intenta engordar. No está tratando de ser obesa. Un mejor mensaje sería decirle a la gente que si logra ser más activa físicamente, puede mejorar su pronóstico, a pesar de tener unos kilos de más. Eso es un mejor mensaje y un objetivo más fácil de lograr”.

No obstante, Jennifer W. Bea, profesora asistente de Medicina en el Centro de Cancerología de la Universidad de Arizona, quien fue coautora de un editorial que acompaña al nuevo estudio, dijo que “no hemos visto toda la historia” y dudó sobre si alguien puede ser obeso pero “con metabolismo sano”.

“La obesidad como tal es un desorden metabólico”, dijo Bea, y señaló que estar pasado de peso y obeso a veces se asocia con una inflamación de bajo nivel que puede contribuir con el riesgo de presentar padecimientos cardiovasculares, sin importar los niveles metabólicos.

Eso no significa que el peso le gane a todo lo demás. De hecho, el estudio descubrió que los individuos con un peso considerado normal, pero que tenían un factor de riesgo como la diabetes, la presión arterial alta o el colesterol elevado, en realidad tenían un riesgo mayor de padecimientos coronarios que la gente obesa sana.

“El mensaje siempre es ‘pase lo que pase debes perder peso’”, dijo Patrick Bradshaw, epidemiólogo de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de California en Berkeley. “Pero cuando tienes un peso normal, no recibes mucha guía sobre estilo de vida. Tu doctor puede decirte ‘come bien y haz ejercicio’, pero si tienes anormalidades metabólicas estás en un riesgo mayor de enfermarte, y necesitarías cambiar de manera más radical tu estilo de vida: no perder peso, sino mejorar tu salud”.

Uno de los mensajes de este nuevo artículo es “la salud metabólica es importante sin importar tu peso”, dijo Bradshaw.

Esto aplica también para la gente que se considera baja de peso. El nuevo estudio encontró, por ejemplo, que los individuos de bajo peso sin problemas de metabolismo tenían un riesgo mayor de presentar derrame cerebral que la gente con peso normal, pasada de peso u obesa sin problemas metabólicos; además, si la gente de bajo peso tenía problemas de metabolismo, su riesgo aumentaba aún más.

Curiosamente, mientras los peligros de tener sobrepeso y ser obeso atraen mucha atención y análisis, los doctores muchas veces no saben cómo explicar los riesgos de ser muy delgado.

Fuente: The New York Times