Quizá ya es hora de que dejemos de usar los años luz para determinar distancias astronómicas

En un estudio publicado en Astronomy & Geophysics, Keith Atkin, profesor asociado retirado de física en la Universidad de Sheffield, Reino Unido, argumenta que quizá deberíamos dejar de usar determinadas medidas en astronomía que considera periclitadas.

Mientras el campo profesional de la astronomía se ha alejado de las unidades imperiales de millas, libras y grados Fahrenheit, “esta transición no ha sido completa”, según el resumen de su estudio. El uso de unidades como años luz (la distancia que cubre la luz en un año: 9.5 billones de kilómetros) y unidades astronómicas (la distancia promedio Tierra-Sol: 150 millones de km) persiste.

Unidades más lógicas

Atkin sostiene que unidades lógicas más simples ayudarían tanto en el campo de las astronomía como, sobre todo, en la investigación multidisciplinaria.

Atkin se centra en primer lugar en las unidades de medición de la distancia, advirtiendo no solo la naturaleza aparentemente aleatoria y a menudo redundante de las unidades exclusivas del campo astronómico, sino también a veces su extraña construcción.

¿Su solución? “Para alentar el uso de unidades de longitud SI en todo el trabajo astronómico: todas las distancias y longitudes deberían basarse en, y simplemente estar relacionadas con, el medidor. El medidor se define como la longitud del camino recorrido por la luz en el vacío durante un intervalo de tiempo de 1/299 792 458 de segundo”.

Por lo tanto, argumenta, todas las unidades de distancia astronómica, desde las unidades astronómicas hasta el parsec (equivalente a 3,26 años luz), pueden expresarse realmente en metros, con el prefijo SI adecuado.

Por ejemplo, Atkin propone que los megametros (Mm, 106 m), gigametros (Gm, 109 m) y terameteros (Tm, 1012 m) se usen para distancias de escala del sistema planetario y solar, haciendo así que el radio de la Tierra sea 6,37 Mm y su distancia del sol, 150 Gm.

Para distancias más grandes, sugiere petametros (Pm, 1015 m) y exameters (Em, 1018 m) dentro de nuestra galaxia, y zettametros (Zm, 1021 m) y yottametros (Ym, 1024 m) para distancias extragalácticas.

En este régimen, Proxima Centauri, por ejemplo, está a unos 40 Pm (en lugar de a 4 años luz) de distancia, la Vía Láctea mide 1 Zm de ancho y Andrómeda está a 20 Zm de distancia. La proto-galaxia UDFj-39546284, uno de los objetos más antiguos y distantes detectados hasta la fecha, se ubicaría a una distancia de 126 Ym.

Atkin amplía su argumento a otras unidades de medida: ¿por qué usar kilogramos o masas solares si podemos usar gramos? También argumenta que las unidades como minuto de arco y segundo de arco deberían eliminarse. Atkin propone medir todos los ángulos en términos de grados decimales o radianes.

Si bien difíciles de implementar a corto plazo, estos cambios “seguramente beneficiarán la comprensión y la comunicación dentro de los círculos astronómicos y entre la astronomía y las ciencias relacionadas”.

Fuente: xatakaciencia.com