La marcha por la ciencia del 22 de abril será global

Hasta ahora hay 287 marchas organizadas en 30 países y 189 ciudades bajo el lema “Ciencia, no Silencio”

Planteada inicialmente como una iniciativa contra la Administración Trump por sus medidas contra los inmigrantes y el cambio climático, ha movilizado a instituciones de otros continentes a favor de la ciencia contra el oscurantismo.  Su lema: Ciencia, no silencio.

La comunidad científica francesa ha sido una de las primeras en suscribir el llamamiento de sus colegas norteamericanos. En una carta publicada en Le Monde, representantes de este colectivo no sólo defienden el derecho de la sociedad a una ciencia capaz de mejorar la vida de las personas y de asegurar una información rigurosa sobre los hechos comprobados, sino que también critican el abandono de las instituciones francesas de investigación y la carencia de recursos para el desarrollo de su labor.

Si la negación de los resultados científicos, surgidos tanto de las ciencias de la naturaleza como de las ciencias sociales, está menos desarrollada en Francia que en Estados Unidos, los motivos de inquietud no dejan de ser menos numerosos, escriben.

Sus argumentos pueden servir tanto para España como para otros países europeos: las orientaciones estratégicas del Estado sobre la investigación y la enseñanza superior son otra fuente de preocupación, señalan en su escrito.

Denuncian que la estrecha visión de los políticos conduce al debilitamiento de las investigaciones fundamentales, que se realizan a largo plazo, que son por lo demás las que pueden permitirnos comprender nuestro mundo y nuestras sociedades y ayudar a anticipar sus evoluciones futuras.

Según el sitio Marche for Science, actualmente hay 287 marchas organizadas en 30 países del mundo y en más de 189 ciudades. Las marchas, como explica la revista Science, no movilizan solamente a científicos, sino también a todas las personas inquietas por las amenazas que en la situación actual acechan al desarrollo de la ciencia.

Embrionario todavía en España

En España la convocatoria de una marcha equivalente a la de Francia está todavía en estado embrionario. Mientras que el CNRS ha emitido un comunicado, firmado incluso por su presidente, apoyando la convocatoria realizada por las principales instituciones científicas del país para movilizar a la ciudadanía el 22 de abril, en España no hay manifestaciones equivalentes, de momento. En el Consejo Superior de Investigaciones Científicas nos han dicho que no saben nada de esto.

Existe un grupo promotor que ha explicado a Hipertextual los objetivos de este movimiento, que pretende organizar manifestaciones ese día al menos en Madrid y Barcelona. Aunque reconocen que la chispa de todo ha sido la Administración Trump, lo que se está pretendiendo más allá de las fronteras norteamericanas es fomentar en la sociedad la pasión por la ciencia.

Los promotores españoles pretenden involucrar a sociedades científicas, colectivos profesionales y estudiantiles, asociaciones de escépticos y de divulgadores científicos para conseguir una movilización ciudadana reivindique un Pacto de Estado por la Ciencia, un aumento de la inversión en I+D, promueva la igualdad de género o frene la fuga de cerebros.

En la relación de ciudades organizadoras de marchas no existe ninguna española, salvo Girona que ofrece una página en twitter.

Este movimiento global, todavía en gestación, está inspirado en la Marcha por la Ciencia de Washington y otras ciudades de Estados Unidos. Tendrá lugar en todo el mundo coincidiendo con el Día de la Tierra para poner de manifiesto el inmenso peligro que representa la relegación de la ciencia para la sociedad. La ciencia no tiene patria, como decía Pasteur, destacan los franceses en su convocatoria.

Fuente: tendencias21.net