Huracanes de rubíes y zafiros asolan un planeta gigante

Por primera vez, se han captado sistemas meteorológicos en un gigante de gas fuera de nuestro sistema solar, de acuerdo con una nueva investigación de la Universidad de Warwick.

Señales de vientos cambiantes poderosos han sido detectadas en un planeta 16 veces más grande que la Tierra, a más de 1.000 años luz de distancia.

David Armstrong, del Grupo de Astrofísica de Warwick, descubrió que el gigante de gas HAT-P-7b está afectado por cambios en gran escala en los fuertes vientos que se mueven por todo el planeta, lo que probablemente conduzca a tormentas catastróficas.

Este descubrimiento se hizo mediante el seguimiento de la luz que se refleja en la atmósfera de HAT-P-7b, e identifica los cambios en esta luz, lo que demuestra que el punto más brillante del planeta cambia su posición.

Este cambio es causado por un chorro ecuatorial con velocidades de viento dramáticamente variables, que empujan grandes cantidades de nubes a través del planeta.

Las propias nubes serían visualmente aturdidorras, probablemente hechas de corindón, el mineral que forma rubíes y zafiros.

El planeta nunca podría ser habitable, debido a sus sistemas meteorológicos violentos y temperaturas incómodas. Un lado del planeta siempre se enfrenta a la estrella, porque está bloqueado, y ese lado permanece mucho más caliente que el otro – la temperatura promedio del día en HAT-P-7 es 2860 Kelvin.

Gracias a esta investigación pionera, los astrofísicos pueden ahora comenzar a explorar cómo los sistemas meteorológicos en otros planetas fuera de nuestro sistema solar cambian con el tiempo.

“Usando el satélite Kepler de la NASA, pudimos estudiar la luz reflejada de la atmósfera de HAT-P-7b, encontrando que la atmósfera cambiaba con el tiempo”, explica Armstrong en un comunicado. HAT-P-7b es un planeta cerrado con el mismo lado siempre mirando a su estrella. Creemos que las nubes se forman en el lado frío oscuro del planeta, pero que se evaporan rápidamente en la cara tórrida iluminada.

“Estos resultados demuestran que los vientos fuertes rodean el planeta, transportando las nubes desde el lado de la noche a la parte del día. Los vientos cambian de velocidad dramáticamente, dando lugar a enormes formaciones de nubes que se acumulan y luego se disuelven. Esta es la primera detección de clima en un planeta gigante de gas fuera del sistema solar”.

Descubierto por primera vez en 2008, HAT-P-7b está a 320 parsecs (más de 1040 años luz) de nosotros. Es un exoplaneta un 40% más grande que Júpiter y 500 veces más masivo que la Tierra – y orbita una estrella 50% más masiva y dos veces más grande que el Sol.

Fuente: Agencia Europa Press