Hay un nuevo brote de ébola y ya hay una vacuna a la espera de licencia, ¿puede usarse?

Nuevos casos de ébola han sido detectados en la República Democrática del Congo; este es el noveno brote del país africano desde que el virus fue descubierto allí en 1976 y los funcionarios de salud del mundo se mueven inusualmente rápido para contenerlo.

Entre las respuestas para ello, las agencias de salud planean comenzar a utilizar pronto una nueva vacuna experimental contra el ébola por primera vez desde que se probó su eficacia hace dos años. Si tiene éxito para frenar el brote, la vacuna podría cambiar para siempre la manera en la que el mundo reacciona ante el ébola y disminuiría en gran medida el terror que acompaña a la enfermedad.

Sin embargo, la vacuna aún no cuenta con licencia y, por ello, la Organización Mundial de la Salud (OMS) tendrá que aprobar su aplicación para un uso de emergencia o el gobierno congoleño tendrá que declarar oficialmente su uso como parte de un ensayo clínico, probablemente administrado por Médicos Sin Fronteras, explicó Berkley. “El país la ha pedido y la respuesta está en camino”, dijo el 11 de mayo.

Hasta el viernes 11 de mayo, 32 personas presentaban síntomas del ébola y se reportaban 18 muertes; se cree que el brote comenzó a principios de abril. No se confirmó que se trataba de la enfermedad del Ébola hasta el 8 de mayo, cuando el Instituto Nacional de Investigación Biomédica en la capital del país, Kinshasa, encontró el virus en dos de cinco muestras llevadas ahí para su análisis.

Dos días después, equipos del departamento de salud del país, junto con médicos de la Organización Mundial de la Salud y de Médicos Sin Fronteras, llegaron a Bikoro, un poblado alrededor de 32 kilómetros de Ikoko Ipenge, la población en el epicentro del brote.

Se espera que los equipos tengan un centro de tratamiento con quince camas y un laboratorio móvil en operación en los próximos días, dijo Peter Salama, director ejecutivo del Programa de Emergencias Sanitarias de la OMS. “Será difícil y costoso acabar con ello”, añadió, en una conferencia de prensa en Ginebra.

El ébola mata a la mitad de sus víctimas, a menudo con hemorragias terribles a través de todos los orificios corporales. Se piensa que circula en los murciélagos, ocasionalmente infecta a personas o monos que la gente a veces come. El virus se transmite mediante la sangre, las heces y los fluidos corporales, así como mediante el sexo.

Bikoro se ubica a 800 kilómetros río arriba de Kinshasa, pero llegar al lugar requiere dos días de camino y cruzar ríos en ferri cuatro veces. Su pista de aterrizaje está muy descuidada para que arriben suministros arriben por vía aérea, dijo Salama. Ikoko Ipenge está tres horas más lejos, a través de caminos de terracería que solo se pueden recorrer en motocicleta.

Aunque la provincia es remota, la enfermedad se podría extender. Bikoro está a menos de tres horas de Mbandaka, una ciudad donde vive un millón de personas y se ubica a las orillas del lago Tumba, el cual desemboca en el río Congo, del otro lado de Congo.

La OMS destinó un millón de dólares de su fondo para emergencias la semana pasada para combatir el nuevo brote; Estados Unidos contribuyó con 2 millones adicionales. La organización también abrió su centro de operaciones y realizó planes para enviar al país alrededor de cincuenta epidemiólogos, médicos clínicos y especialistas en logística, control de infecciones, comunicaciones y vacunación.

La OMS también enviará batas, mandiles, botas y cubrebocas protectores para quienes brindan los cuidados, así como blanqueador en aerosol, bolsas para cadáveres y otro equipo. The Wellcome Trust, del Reino Unido, donó 2,7 millones de dólares para las labores y la agencia de desarrollo del gobierno británico donó 1,3 millones de dólares.

“Debido a brotes previos sabemos que la República Democrática del Congo está preparada para actuar, pero necesita del apoyo global para asegurarse de que este brote sea contenido efectivamente”, dijo Jeremy Farrar, director del Wellcome Trust.

Este brote marcará la primera vez en que la nueva vacuna contra el ébola conocida como rVSV-ZEBOV sea distribuida desde que se descubrió su efectividad del 100 % en pruebas de campo en Guinea en 2016, dijo Seth F. Berkley, director ejecutivo de Gavi, la alianza de vacunas.

Gavi aceptó pagar la creación de una reserva de emergencia de 300.000 dosis. Actualmente, dijo, están almacenadas a -62 grados Celsius por el fabricante, Merck, Sharpe & Dohme. Otras vacunas también están en desarrollo, incluidas las de Johnson & Johnson, GSK, Rusia y China.

Fuente: NYT