Hallado un compuesto químico que inhibe la replicación del virus del Ébola

El mayor brote en el registro de la familia de los filovirus fue causado por el virus del Ébola en África Occidental entre 2013 y 2016, que resultó en más de 28.000 infecciones y 11.000 muertes. Todavía no existen medicamentos aprobados para tratar el virus del Ébola u otras infecciones por filovirus, y solo han estado disponibles tratamientos experimentales, con los que los supervivientes, incluidos los trabajadores de la salud, corren el riesgo de infecciones persistentes del virus que permanecen en sitios como el ojo y los testículos.

Ahora, un compuesto químico orgánico ha mostrado actividad antiviral efectiva contra este y otros virus, según un estudio dirigido por la Universidad Estatal de Georgia(EE.UU.). El trabajo, publicado en Antiviral Research, describe cómo la benzoquinolina inhibe la capacidad del virus Ebola para multiplicarse y reproducirse en cultivos celulares.

En este estudio, los investigadores examinaron una biblioteca de 200.000 compuestos de moléculas pequeñas para identificar inhibidores potenciales de la síntesis de ARN del virus del Ébola. Identificaron 56 inhibieron la actividad del virus del Ébola en más del 70%, y mostraban menos del 20% de posibilidades de ser tóxicas para las células. De entre ellas, descubrieron tres estructuras químicas con potente actividad antiviral contra el virus del Ébola en el cultivo celular.

Las células epiteliales de pulmón humano y las células de riñón embrionario humano se expusieron a varios virus, virus Ebola, virus Marburg, virus de estomatitis vesicular y virus Zika, y se observaron los efectos antivirales de las tres estructuras químicas: una de estas, la benzoquinolina, mostró actividad antiviral contra el virus y también fue activa contra otro virus mortal, el virus Marburg. La benzoquinolina también fue efectiva contra el virus de la estomatitis vesicular de la familia del rabdovirus, que puede infectar a los insectos, el ganado, los caballos y los cerdos, y al virus del Zika, que los mosquitos transmiten a los humanos.

En mayo de 2017, una investigación financiada por el Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas (NIAID), parte de los Institutos Nacionales de Salud (NIH), encontró en la sangre de un sobreviviente de Ébola dos anticuerpos humanos que podrían curar el mal e incluso a los infectados con virus relacionados. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, la tasa de fatalidad promedio del virus es del 50%, aunque algunos brotes africanos han llegado registrar promedios de hasta 90%.

Fuente: nmas1.org