Estudios financiados por la industria no hallan relación entre bebidas azucaradas y obesidad

¿Las bebidas azucaradas, como las gaseosas y los productos frutales, causan obesidad y diabetes? La respuesta depende de quién financia la investigación que plantea la pregunta.

Un análisis de 60 estudios reveló que los 26 trabajos que no pudieron hallar una relación entre las bebidas azucaradas y la obesidad o la diabetes se realizaron con fondos de la industria. Entre los otros 34 que sí vieron la conexión, solo uno fue financiado por la industria del azúcar.

Las regulaciones, los impuestos y las guías nutricionales señalan que las bebidas azucaradas provocan enfermedades. Pero los detractores de esas iniciativas siguen cuestionando la influencia de esos productos, según publican los autores en Annals of Internal Medicine.

“Si el tema fuera verdaderamente controversial, se esperaría que algunos de los estudios independientes no hallaran asociaciones”, dijo el autor principal de la investigación, el doctor Dean Schillinger, de la Universidad de California, San Francisco.

Los autores revisaron estudios publicados entre enero del 2001 y julio del 2016 sobre los efectos de las bebidas azucaradas en la salud. No se incluyeron papers financiados por otras industrias, como la de lácteos y agua embotellada.

“La industria (del azúcar) parece estar manipulando los procesos científicos para generar una controversia y avanzar con sus intereses económicos a expensas de la salud pública”, escribe el equipo.

La Asociación Estadounidense de Bebidas (ABA, por su sigla en inglés), que representa a la industria de bebidas no alcohólicas en Estados Unidos, cuestionó el sesgo de la investigación.

El investigador es un experto que actúa como testigo de la Ciudad de San Francisco en una impugnación que presentó la industria contra una ley para que las bebidas azucaradas incluyeran una etiqueta de advertencia.

Schillinger aseguró a Reuters Health que no estaría participando como experto en el juicio si la ABA y otras organizaciones no cuestionaran la ley.

Por su parte, la ABA señaló en su querella que “la investigación que financiamos adhiere a los estándares de integridad de búsqueda científica más altos de acuerdo a prominentes institutos de investigación” y que “aporta información al conocimiento científico, satisface las necesidades de las agencias regulatorias y permite que los consumidores tomen decisiones informadas”.

El equipo de Schillinger señala que podrían existir muchas fuentes que provoquen sesgos en los estudios que financia la industria, incluido cómo se diseñan los estudios y qué otros factores asociados con la salud y el estilo de vida eligen los investigadores cuando evalúan los efectos de las bebidas azucaradas.

Fuente: scientificamerican.com