El océano se “come” un glaciar de la Antártida cuyo colapso inundaría Nueva York

Ésta es la primera vez que los investigadores han presenciado una profunda brecha bajo la superficie que se abre en el hielo antártico, aunque se han producido rupturas similares en la capa de hielo de Groenlandia

Un glaciar de la Antártida Occidental se está haciendo pedazos de adentro hacia afuera porque el océano Antártico está debilitando el hielo en los bordes del continente y su colapso supondría un aumento de tres metros en el nivel del mar, lo que desencadenaría inundaciones en ciudades costeras como Nueva York (Estados Unidos).

Así se desprende de un estudio realizado por investigadores de la Universidad Estatal de Ohio (Estados Unidos) y publicado en la revista Geophysical Research Letters, a partir del rastreo del origen de un iceberg que se separó del Glaciar Pine Island en 2015.

El Pine Island, el mayor glaciar de la Antártida Occidental, es uno de los dos glaciares más propensos a sufrir un rápido derretimiento y a llevar más hielo desde el interior hasta el océano. Ese deshielo inundaría costas alrededor del mundo, según los investigadores. Un iceberg de unos 580 kilómetros cuadrados se separó de ese glaciar en 2015, pero científicos de la Universidad Estatal de Ohio notaron algo extraño en las imágenes del satélite Landsat 8 tomadas antes de ese evento al probar un nuevo software de procesamiento de fotografías.

Las imágenes muestran que se formó una grieta en la base de la plataforma de hielo del Glaciar Pine Island tierra adentro en 2013, la cual creció durante dos años hasta que se rompió en la superficie helada y puso el iceberg a la deriva durante 12 días entre finales de julio y comienzos de agosto de 2015.

“Generalmente, se acepta que ya no se trata de si la capa de hielo de la Antártida Occidental se derrite, sino de cuándo”, dice Ian Howat, profesor asociado de ciencias de la tierra en la Universidad Estatal de Ohio y líder del estudio, quien añade: “Este tipo de agrietamiento proporciona otro mecanismo para el retiro rápido de estos glaciares, incrementando la probabilidad de que podamos ver un colapso significativo de la Antártida Occidental en nuestras vidas”.

Grieta bajo la superficie

Ésta es la primera vez que los investigadores han presenciado una profunda brecha bajo la superficie que se abre en el hielo antártico, aunque se han producido rupturas similares en la capa de hielo de Groenlandia (en lugares donde el agua oceánica ha penetrado tierra adentro a lo largo del lecho rocoso y comenzó a derretir el hielo desde abajo).

Howat señala que las imágenes de satélite proporcionan la primera evidencia fuerte de que estas grandes plataformas de hielo antárticas responden a los cambios en su borde oceánico de una manera similar a lo observado en Groenlandia. “La grietas generalmente se forman en los márgenes de la plataforma de hielo, donde el hielo es delgado y sujeto a cortes que lo rompen.

Sin embargo, este último evento en el Glaciar Pine Island fue debido a una grieta que se originó desde el centro de la plataforma de hielo y se propagó a los márgenes, lo que implica que algo debilitó el centro de la plataforma de hielo con una grieta derretida al nivel del lecho rocoso por un océano que se calienta”, explica.

Además, la grieta se abrió en el fondo de un ‘valle’ en la plataforma de hielo donde el hielo había adelgazado en comparación con el hielo circundante. Ese valle es probablemente una señal de algo que los investigadores sospechan desde hace mucho tiempo: debido a que el fondo de la capa de hielo del Antártico Occidental se encuentra por debajo del nivel del mar, el agua del océano puede penetrar en el interior y permanecer desapercibida.

“Lo realmente preocupante es que hay muchos de estos valles más arriba del glaciar”, agrega Howat, antes de apuntar que “si en realidad son sitios de debilidad que son propensos a agrietamiento, podríamos ver una pérdida de hielo más acelerada en la Antártida”. Más de la mitad del agua dulce del mundo está congelada en la Antártida. El Pine Island y su gemelo cercano, el glaciar Thwaites, se asientan en el borde exterior de uno de los arroyos de hielo más activos del continente.

Al igual que los corchos en una botella, bloquean el flujo de hielo y mantienen cerca de un 10 por ciento de la capa de hielo del oeste de la Antártida de drenaje en el mar. Algunos estudios sugieren que la capa de hielo del Antártico Occidental es particularmente inestable y podría colapsar dentro de los próximos 100 años, lo que conduciría a un aumento del nivel del mar de casi tres metros, de manera que engulliría ciudades principales de Estados Unidos como Nueva York y Miami, y desplazaría a 150 millones de personas que viven en costas en todo el mundo.

Fuente: Europa Press