Una serpiente invasora está acabando con los bosques de una isla del Pacífico

El crecimiento de nuevos árboles en Guam, una isla situada en el Pacífico, puede haber caído hasta un 92 por ciento debido a que una serpiente invasora ha matado a casi todas las especies de aves de ese territorio no incorporado de Estados Unidos, lo que tiene consecuencias potencialmente de gran alcance para sus bosques.

Esta es la conclusión principal de un estudio realizado por seis investigadores y publicado en la revista ‘Nature Communications’. El trabajo se centra en la serpiente arbórea marrón (‘Boiga irregularis’), que posiblemente llegó a Guam después de la Segunda Guerra Mundial, según ha informado Future Earth, un programa de investigación internacional sobre sostenibilidad.

Los científicos creen que la serpiente arbórea marrón viajó a Guam a bordo de un barco de carga desde Papúa Nueva Guinea en la década de 1940 y señalan que este animal depredador nocturno tiene un gran apetito por las aves. De hecho, en los años 80 había aniquilado a 10 de las 12 especies de aves forestales nativas de la isla, entre ellas el rascón de Guam (‘Gallirallus owstoni’), el alción micronesio (‘Todiramphus cinnamominus’) y el monarca de Guam (‘Myiagra freycineti’), que actualmente se encuentra extinto.

Las aves son cruciales para esparcir las semillas

El estudio indica que las aves de Guam son cruciales para comer y esparcir las semillas producidas por los árboles tropicales, pero la isla apenas tiene nuevos árboles debido a que la serpiente arbórea marrón ha acabado con la mayoría de los pájaros nativos de la isla.

“Este estudio da el primer paso para predecir la escala de cambio que podría tener lugar en Guam si no encontramos una manera de traer de vuelta a las aves”, apunta Joshua Tewksbury, coautor del trabajo y miembro de Future Earth, quien añade: “El impacto completo de la invasión de la serpiente arbórea marrón y la pérdida de aves aún se está desarrollando, pero nuestros resultados sugieren claramente que los efectos indirectos van a ser grandes, afectando potencialmente a la composición y la estructura del bosque”.

Haldre Rogers, de la Universidad Estatal de Iowa (Estados Unidos) y autora principal del estudio, apunta que en la isla cercana de Saipan “hay un parloteo constante de pájaros y te visitan diferentes aves”, mientras que “Guam es silenciosa”. “Es una sensación muy extraña pasar un día solo en la selva de Guam”, añade.

Rogers explica que alrededor del 70 por ciento de los árboles de Guam producen frutos pequeños que comen las aves, vuelan a otro lado en el bosque y expulsan la semilla. “Aparte de los murciélagos frutales, que también están casi extinguidos en Guam, nada más puede dispersar las semillas. Si te deshaces de los pájaros y los murciélagos, no hay nada que los reemplace”, añade.

Así, los investigadores colocaron una serie de ‘cestas de semillas’ a lo largo de los bosques de Guam y las islas vecinas de Rota, Tinian y Saipan, y luego las revisaron para ver si las aves habían capturado semillas en dos especies de árboles: ‘Psychotria mariana’ y ‘Premna serratifolia’. Descubrieron que al menos el 60 por ciento de ellas se dispersaron en las islas libres de serpientes, mientras que en las demás la mayoría de los frutos cayeron al suelo y se quedaron allí.

Cestas para recoger las semillas

En un segundo experimento, Rogers y sus colegas encontraron que las semillas que habían pasado a través de los tractos digestivos de las aves tenían de dos a cuatro veces más probabilidades de germinar que las que habían pasado ese proceso, posiblemente porque las enzimas digestivas de las aves ayudaron a romper el revestimiento duro y externo de las semillas.

En total, los investigadores calcularon que la ausencia de aves redujo la abundancia de nuevas plántulas (plantas en sus primeros estados de desarrollo) de las dos especies estudiadas en Guam a un 92 por ciento. Esta pérdida muestra cómo las aves son cruciales para la vida de los bosques de la isla, según Rogers.

“A menudo no sabemos lo suficiente sobre el impacto de las especies invasoras. La serpiente arbórea marrón es uno de los paradigmas de especies invasoras y sabemos que tuvo un enorme impacto en las comunidades de aves, pero la investigación se detuvo allí. La lección que tomo de este estudio es que antes de aceptar especies no nativas como parte de un ecosistema, tenemos que entender la gama completa de su impacto, incluyendo cualquier efecto en cascada”, concluye Rogers.

Fuente: Servimedia