Cada “tribu” de chimpancé tiene su propio saludo

Aprenden la forma que tiene cada grupo de apretarse las manos, lo que es un modo de expresión cultural.

Los chimpancés son capaces de aprender y adaptar su comportamiento para encajar dentro de un grupo, tal como hacen también los humanos. Es la principal conclusión de un estudio publicado en la revista Current Biology por científicos de la Universidad de San Andrés (Estados Unidos), en el que se ha analizado un comportamiento conocido como “brazos en alto” y que es parecido a un apretón de manos.

Los científicos observaron que dos grupos de chimpancés de Zambia tenían dos formas distintas de hacer este apretón. Mientras que unos se cogían las manos, otros se agarraban de las muñecas.

“Los miembros de un mismo grupo de chimpancés coinciden en adoptar una variante de este gesto, aunque hay otros muchos que podrían ser usados. Esto indica una cierta voluntad de encajar en el estilo de los demás”, ha dicho en un comunicado Edwin van Leeuwen, el primer autor del estudio.

Este gesto forma parte del acicalamiento, un comportamiento a través del cual los chimpancés pasan bastante tiempo tocándose unos a otros para limpiarse y arreglarse. Según los expertos, esta actividad tiene eminentemente una función social, ya que les permite relajarse, establecer lazos y definir su jerarquía.

La cultura de los chimpancés

Según van Leeuwen, el hecho de que la forma de darse el «apretón de manos» no sea un rasgo familiar, sino que se aprenda dentro de los grupos indica que los chimpancés tienen la motivación y la capacidad de aprender para aprender normas sociales. La explicación alternativa no tiene mucho sentido: “Es difícil imaginar cómo la influencia genética o medioambiental podría haber influido en las preferencias que hemos observado”, ha explicado el investigador.

Por eso, en opinión de estos científicos, este “apretón de manos” es una forma de cultura, que permite que los grupos adopten una variante de comportamiento determinada.

Tal como ha explicado Roger Mundry, coautor del estudio e investigador en el Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva de Leipzig (Alemania), hasta ahora se habían identificado formas de cultura de estos animales relacionadas con el uso de herramientas, lo que depende a su vez del medio ambiente. Pero, tal como ha destacado, los “brazos en alto” no tienen nada que ver con factores externos, ni tampoco aparecen exclusivamente dentro de los grupos familiares.

Por eso este estudio muestra un ejemplo de cultura aprendido dentro de un grupo, con independencia de lazos familiares o factores ambientales, tal como ocurre entre los seres humanos.

Fuente: abc.es/ciencia