Reconstruyen la historia de la domesticación del yak

Suficientemente tranquilos como para ser controlados por los humanos, los yaks son también lo bastante robustos para sobrevivir a 4.000 metros de altitud. Los análisis genómicos realizados en una nueva investigación muestran que la domesticación de los yaks se inició hace varios milenios y que fue impulsada por repetidos cruces con el ganado bovino.

La primera comparación sistemática, a nivel de todo el genoma, de la herencia genética de los yaks y la del ganado bovino muestra que cerca del 1,5% del genoma de los yaks de Mongolia está derivado de este último. Si bien los híbridos machos de esa clase son estériles, las hembras híbridas pueden ser cruzadas de nuevo con yaks machos durante varias generaciones, lo que permite la introgresión estable de regiones cortas de los cromosomas bovinos en el genoma del yak. Por introgresión se entiende la transferencia de genes de una especie a otra mediante hibridación interespecífica y retrocruzamiento.

Los resultados del nuevo estudio, llevado a cabo por el equipo internacional de Ivica Medugorac, de la Universidad Ludwig-Maximilian en la ciudad alemana de Múnich, sugieren que la hibridación entre yaks y ganado bovino comenzó hace como mínimo 1.500 años, y que ha continuado con intensidad variable desde entonces. Registros escritos también nos hablan de la hibridación temprana de yaks por criadores mongoles.

El equipo de Medugorac ha mapeado la distribución de los genes bovinos en el genoma del yak. Muchas de las variantes genéticas en este último que pueden ser localizadas en el ganado bobino se hallan en puntos genéticos de los cuales se sabe que desempeñan papeles concretos en el desarrollo y función del sistema nervioso. Influyen en la percepción sensorial, la cognición y el comportamiento social.

Los criadores mongoles consiguieron acelerar la domesticación del yak cruzándolo con el ganado bovino, que ya había sido domesticado miles de años antes. Además, se han mantenido durante el proceso los rasgos que permiten a los yaks sobrevivir a las grandes altitudes, en cordilleras montañosas como el Himalaya.

Fuente: noticiasdelaciencia.com