Profundizan desafío de cómo preservar 25 millones de hectáreas que son reserva natural en México

Aproximadamente, 13 por ciento de los casi 2 millones de kilómetros cuadrados que comprenden el territorio nacional son catalogados como Áreas Naturales Protegidas, es decir, superficies o espacios de protección para salvaguardar valores naturales, donde sus ambientes originales no han sido significativamente alterados por la actividad del ser humano.

Se determinan por decreto presidencial y sobre ellas la nación ejerce su soberanía y jurisdicción. “En las Áreas Naturales Protegidas en el territorio nacional no sólo existe una gran cantidad de especies de plantas y animales que son únicas en el mundo, en ellas también habitan aproximadamente tres millones de mexicanos que hacen uso de los recursos que en ellas se encuentran”, explica doctor Alfredo Ortega Rubio, académico del Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste (Cibnor).

El ecologista destaca que por lo expuesto resulta de vital importancia establecer políticas a corto, mediano y largo plazo que preserven las reservas protegidas. Es así que a fin de colaborar con entidades responsables y jefes de gobierno, se organiza el Primer Congreso Internacional de Áreas Naturales Protegidas, el cual integrará a académicos, estudiantes, investigadores, usuarios de los territorios referidos, así como tomadores de decisión, de manera que los resultados tengan incidencia directa en las políticas ambientales nacionales.

El doctor Ortega Rubio, quien es coordinador del Congreso, puntualiza que para fundamentar la posición de las autoridades se requiere desarrollar investigación aplicada y orientada en los temas de protección de áreas naturales, desde la perspectiva antropología, social, ecológica, bioquímica, entre otras.

“La conservación de la biodiversidad no es un concepto romántico, del hipismo. Cada especie es singular, única e irrepetible. La extinción de una especie es un proceso irrevocable, con ello se cancelan oportunidades para las generaciones que nos siguen”, reitera el ecologista mexicano y agrega que la sobrevivencia del ser humano depende preservación de la biodiversidad.

“La mejor herramienta para que así se conserve es la creación de áreas naturales protegidas, que es donde se concentra la biodiversidad y tienen una jurisdicción que les es propia, así como reglas y normas que las separan del resto del territorio. Quizás la cura del zika o del cáncer se encuentran en alguna de las especies que habitan nuestro territorio y si no las protegemos nunca lo sabremos”.

Como parte del programa de Redes Temáticas de Conacyt, la Red Nacional de Áreas Naturales Protegidas organiza el congreso internacional el 10 y 11 de noviembre, en la Ciudad de México. El encuentro congregará a investigadores del más alto nivel de Iberoamérica y, de acuerdo a su coordinador, la idea es que los representantes de cada país compartan aciertos y experiencias científicas, sociales y legislativas, a fin de aprender de todos.

El primero Congreso de Áreas Naturales Protegidas programará sus actividades de acuerdo a siete ejes temáticos: Cambio Climático; Planificación, Gestión y Manejo; Legislación; Impacto Ambiental; Estudios Biológicos y Ecológicos; Estudios Sociales y Económicos, así como casos de éxito de los diversos países.

“En estas áreas naturales protegidas de las cuales existen pocos estudios sobre sus interacciones con otras especies, ciclos de vida o los compuestos que potencialmente sean de utilidad”, dijo Ortega Rubio.

Cabe destacar que el doctor Alfredo Ortega Rubio ha dirigido múltiples proyectos de investigación, entre ellos los que sirvieron de base para fundamentar los decretos presidenciales para crear tres reservas de la biosfera: El Desierto del Vizcaíno, el Archipiélago de Revillagigedo y La Sierra de La Laguna. (Agencia ID)