Medio siglo después, Bali se prepara para otra gran erupción tras la devastación de 1963 donde murieron más de 1.000 personas

Si los avisos que ha estado “enviando” el volcán durante este pasado fin de semana se confirman, en Bali estaría a punto de producirse la primera gran erupción de un volcán desde el fatídico año de 1963. Entonces murieron más de 1.000 personas. Las autoridades hablan de un peligro “inminente”.

Durante el sábado y domingo las redes se han inundado con vídeo que mostraban el escenario que se vivía en Bali, con una espesa nube de ceniza cubriendo el cielo sobre la isla, erupciones no magmáticas que suponen la primera gran actividad del Monte Agung desde 1963.

La situación no es del todo nuevo. En realidad, Agung ha estado retumbando durante meses, y en la última semana (desde el martes) había mostrado cierta actividad con una erupción inicial que fue seguida de una señal de temblor de baja frecuencia, de acuerdo con el Programa Global de Vulcanismo de la Institución Smithsonian.

Sin embargo, la actividad sísmica comenzó a intensificarse el fin de semana, y las indicaciones de que el volcán estaba cambiando a una fase magmática obligaron a las autoridades a elevar el nivel de alerta a 4 (el máximo) hace unas horas. Además, se ha instado a las personas a evacuar inmediatamente la zona de exclusión designada, espacio que se ha extendido a un radio de 8 a 10 kilómetros del volcán.

Hasta este momento, 40.000 personas han sido evacuadas, pero el gobernador de Bali ha explicado en un comunicado que existen otras 60.000 que también necesitan evacuar cuanto antes. Según el portavoz de la Agencia Nacional de Gestión de Desastres de Indonesia, Sutopo Purwo Nugroho:

Realmente le pedimos a las personas en la zona de peligro que evacúen inmediatamente porque existe la posibilidad de una erupción mayor. No todos los residentes han evacuado todavía. Hay muchos que no han evacuado porque sus animales de granja aún no han podido, e incluso hay quienes se sienten seguros, y no lo están.

Sutopo también ha explicado que las personas deben mantenerse alejadas de los ríos porque los flujos de lodo pueden moverse rápidamente, y “estamos hablando de uno de los mayores y más frecuentes “asesinos” durante las erupciones volcánicas”.

Además, hasta el momento se han cancelado 445 vuelos y hay alrededor de 60 mil turistas sin poder salir de la isla. El cierre aéreo está vigente hasta el pasado, aunque los funcionarios han explicado que la situación será revisada cada seis horas.

Las mediciones instrumentales del Monte Agung comenzaron después de la última gran erupción ocurrida en 1963, un evento que duró un año entero y que mató a más de 1.000 personas. Lo cierto es que el archipiélago indonesio se encuentra dentro del denominado como “Anillo de Fuego” del Pacífico, un área de gran actividad sísmica y volcánica que durante el año sufre miles de temblores, aunque la mayoría de escasa magnitud.

Fuente: Reuters