Las hembras de los dragones barbudos “se vuelven machos” con altas temperaturas

El año pasado supimos que uno de los lagartos icónicos de Australia, el dragón barbudo, tenía un secreto. Eran susceptibles a la reversión sexual causada por el aumento de temperaturas en la incubación. Los análisis moleculares mostraron entonces algunos individuos que se encontraban en la zona más cálida de distribución de su hábitat (al ser originarios de las regiones desérticas y semidesérticas de Australia) tenían un conjunto de cromosomas masculinos, pero en realidad eran de sexo femenino.

Ahora sabemos que algo similar (aunque no exactamente igual) ocurre en hembras. Estas, aun cuando son embriones, desarrollan temporalmente el equivalente de un pene en lagartos (es decir hemipenes) durante su desarrollo temprano. Suena rarísimo, pero fue esto lo que vieron investigadores de la Universidad de Queensland, la Universidad de Camberra y la CSIRO (organismo gubernamental de investigación científica australiano), mientras investigaban qué ocurría con el cuerpo y genitales de dragones machos que revertían su sexo al tratamiento de la más alta temperatura. La investigación que llega a estas conclusiones fue publicada en EvoDevo.

Las hembras y la reversión sexual

Los científicos esperaban ver ciertas diferencias en el desarrollo de los genitales de dragones masculinos, pero el revuelo se lo llevaron sus contrapartes hembras.

“El estudio ha logrado describir la primera línea de tiempo del desarrollo en embriones de hembras y hembras de sexo revertido (genéticamente machos) a temperaturas normales y altas”, indicaron los autores. El equipo incubó 265 huevos de dragones barbudos a dos temperaturas (28 o 36 grados Celsius). La segunda temperatura provoca que los dragones machos, genéticamente hablando, reviertan su sexo.

Que las hembras hayan hecho crecer hemipenes en sus cuerpos, el equivalente a un pene de mamífero, fue rarísimo para el equipo. Los resultados sin duda fueron una gran sorpresa.

Los científicos notaron que primero las hembras desarrollaron un par de hemipenes, como los embriones machos, y solo los perdieron cerca de la eclosión. “O bien la determinación sexual dependiente de la temperatura, o los cromosomas sexuales, determinan normalmente el desarrollo de los genitales en serpientes y lagartos”, indicaron los autores.

Un campo desconocido

Agregaron que, mientras la determinación sexual es un cambio importantísimo en el desarrollo individual, sabemos poco sobre las diferencias entre ambos modos de desarrollo. El entendimiento de estos, a su vez, podría darnos mayores pistas sobre la evolución de nuestros propios sexos genéticamente determinados.

Los hallazgos demuestran, dice el trabajo, lo poco que se sabe sobre la evolución de los genitales en vertebrados, incluyendo humanos. Una de las grandes barreras hacia una mayor comprensión del tema es que hay escaso conocimiento en genitales de reptiles hembras en comparación con una gran literatura amplísima en genitales masculinos.

El estudio, según los autores, resalta la resiliencia del cuerpo y genitales de los dragones barbudos en temperaturas de incubación extrema. Las temperaturas calientes producen cerca de la mayoría de los acoplamientos, por lo que el incremento de las temperaturas durante el cambio climático podría representar una amenaza potencial a estas especies.

Los reptiles como lagartijas y serpientes son un mundo aparte. Hace poco, se descubrió que el color de las prendas de las personas afecta al comportamiento “de escape” de las lagartijas Sceloporus occientalis, según un estudio de biólogos de la Universidad de California, y el Museo de Historia Natural de Los Ángeles, ambos en EEUU. Las también llamadas lagartijas de panza azul se asustaron más de las personas con prendas rojas y confiaron más en personas con prendas azules.

Fuente: nmas1.org