La revolución agrícola de las hormigas empezó hace 30 millones de años

Hace 30 millones de años, las hormigas ya practicaban con hongos técnicas de agricultura en vastas extensiones de terreno bajo la superficie terrestre, según un estudio publicado este martes en Proceedings of Royal Society. Fueron esos insectos los que, en un clima seco y similar al desértico, crearon la primera agricultura sostenible y a escala industrial, con la que los cultivos empezaron depender de hormigas agricultoras.

Esas granjas subterráneas producían diversos tipos de hongos, que eran cultivados y cuidados por colonias de hormigas, cuyas descendientes siguen practicando hoy la agricultura.
Científicos del Museo Nacional Smithsonian de Historia Natural, en Washington, han estudiado la historia evolutiva de esas hormigas agricultoras de hongos para tener conocimiento de una transición clave en su evolución agrícola.

Esa transición permitió a las hormigas alcanzar mayores niveles de complejidad en su agricultura, incluso compitiendo con las prácticas de los humanos, gracias a la “domesticación de las cosechas” que, para su evolución y supervivencia, dependían de los granjeros insectos.

Para el comisario del Museo de hormigas del Smithsonian y director del estudio, Ted Schultz, esa transición se produjo cuando las hormigas granjeras empezaron a vivir en climas secos, donde los hongos, que necesitan humedad, no podían sobrevivir.

El hallazgo de los científicos responde a los análisis genéticos que trazan las relaciones evolutivas entre las hormigas agrícolas y no agrícolas procedentes de los hábitats húmedos y secos en todo el Neotrópico (región tropical del contiene americano).

Unas 250 especies de hormigas agricultoras de hongos han sido encontradas en bosques tropicales, desiertos y pastizales en América y el Caribe, la cuales pertenecen a dos grupos, que se diferencian por el nivel de complejidad de sus sociedades agrícolas: superiores e inferiores. Todas las hormigas agrícolas empiezan sus jardines de hongos cuando la hija de una reina deja el nido materno para crear el suyo propio y se lleva a una parte de la colonia original.

En las hormigas con una forma más primitiva de agricultura -normalmente en los bosques tropicales- las cosechas de hongos pueden, en ocasiones, salir de las colonias de insectos y volver a su vida silvestre. Además, las hormigas pueden recolectar hongos de la naturaleza para llevarlos a sus jardines y sustituir así a las plantaciones que no se desarrollan adecuadamente. Pero, como suele pasar con ciertos cultivos que han sido tan modificados por los humanos que no pueden reproducirse y vivir por sí mismos en la naturaleza, hay algunas especies de hongos que dependen totalmente de su relación con las hormigas.

Esas hormigas agrícolas superiores “cultivan cosechas altamente ‘domesticadas’, lo que les permite vivir en grandes comunidades y trabajar juntas a través de la división del trabajo”, algunas fertilizan, otras transportan los residuos y otras se encargan de los patógenos para mantener las condiciones ideales para el cultivo.

Schultz indicó que esas sociedades de hormigas agrícolas superiores “practican la agricultura sostenible a escala industrial desde hace millones de años”. Estudiar sus dinámicas y cómo ha evolucionado su relación con los hongos “puede proporcionar importantes lecciones” sobre los desafíos de los seres humanos frente a su propia agricultura, agregó el experto.

Y es que “las hormigas -aseguró- han establecido una agricultura que proporciona todo el alimento necesario para sus sociedades usando una cosecha única que es resistente a la enfermedad, las plagas y las sequías con un nivel de eficacia que compite con la agricultura humana”.

Para este estudio, los expertos compararon los genomas de 119 especies modernas de hormigas, la mayor parte logrados durante décadas de trabajo de campo.

Fuente: EFE