Hallan cuatro nuevas aves en una de las áreas más amenazadas del mundo

La cuchareta rosada, especie que habita principalmente en manglares y sitios pantanosos costeros; el andarrios solitario, una especie migratoria boreal; el pinzón sabanero golisulfúreo, una especie común del noroeste de Perú; y el búho blanquinegro, un búho poco común que habita en bosques húmedos y semi húmedos, son las cuatro nuevas especies de aves descubiertas por ecólogos de la Universidad Técnica Particular de Loja en ecuador.

En el estudio, publicado en la Revista Ecosistemas, los científicos también alertan de la existencia de 11 especies en riesgo a escala global, es decir, un seis por ciento del total de las especies registradas (cuatro en peligro, siete vulnerables, y cuatro casi amenazadas).

“Todas estas aves están asociadas a áreas de vegetación boscosa o arbustiva, las cuales se enfrentan en la actualidad a fuertes presiones por las actividades humanas en esta región, tales como los cultivos o cría de animales”, recalca Leonardo Ordóñez-Delgado, uno de los autores principales de la investigación, e investigador en la universidad ecuatoriana. 

Pero si el análisis de las especies amenazadas se efectúa solo en Ecuador, el número se incrementa a casi al doble. “Son en total 20 las especies que se encuentran amenazadas en el país, es decir, un 11 por ciento del total”, informa Ordóñez-Delgado.

Las principales causas del deterioro de la zona

Los autores consideran que una de las mayores causantes del deterioro, fragmentación y deforestación de la zona son las actividades agropecuarias. Por tal razón, desde la universidad se están llevando a cabo estudios para analizar más a fondo los impactos causados por la ganadería caprina en el sector y que hasta ahora no han sido evaluados en profundidad, según apuntan.

Ordóñez-Delgado, plantea que se han destinado una gran cantidad de recursos de cooperación internacional o gubernamental a mejorar los procesos de producción de los caprinos en la zona, iniciativas que no han sido sostenibles en el tiempo. “Muchas actividades de mejora de caprinos o de su manejo se efectúan a la vez que los proyectos tienen financiación, pero decaen al momento en que los recursos de los proyectos terminan”, comenta Ordóñez-Delgado.

Los investigadores de este estudio consideran que es fundamental evaluar las experiencias positivas y negativas de proyectos pasados y actuales en este campo, para proponer alternativas de solución a medio plazo, así como vincular en estas actividades a entidades estatales, de la sociedad civil y los propios campesinos. Por otro lado, los científicos plantean que es urgente que existan mayores esfuerzos por parte del Estado central para la conservación de esta región.

Los mayores esfuerzos de conservación en la región han sido liderados por la ONG Naturaleza y Cultura Internacional, según informan los autores, quienes explican cómo esta ONG además de adquirir terrenos para destinarlos a la conservación, apoya tanto a las comunidades locales para que mejoren sus ingresos por medio de actividades de desarrollo tales como la producción apícola de abejas nativas, y la mejora del manejo de las cabras para disminuir el impacto en ciertas zonas del bosque seco. También colabora con gobiernos locales para que promuevan procesos de conservación de ecosistemas, los mismos que proveen servicios ambientales a escala local, principalmente agua para consumo humano o para actividades agropecuarias.

Para los autores, lo importante ahora es destinar más fondos para hacer un seguimiento más detallado de estas especies en particular o efectuar nuevos muestreos en sitios que fueron analizados hace muchos años como la Hacienda La Ceiba y la Cordillera Arañitas para evaluar los cambios en la composición de las comunidades de aves residentes en estos sectores.

Fuente: tecnoxplora.com