La ciencia está en todo: Una invitación a valorar la ciencia y a esos seres llamados científicos

Joaquín Ramírez Ramírez

joako@ibt.unam.mx

Mira a tu alrededor. ¿Cuántas cosas crees que están relacionadas con la ciencia?

Todos los días tenemos que comer. Hay personas que desayunan muy ligero, como un café y un pan; otras prefieren unos chilaquiles con huevo. ¿Por qué tenemos que comer? Por su parte, las plantas están ahí, estáticas, sólo absorbiendo agua del suelo y tomando el sol. ¿Por qué no somos como las plantas?

Si dejas la comida fuera del refrigerador por mucho tiempo, se echa a perder; es decir, proliferan las bacterias y los hongos y los alimentos ya no nos parecen apetecibles o nos hacen daño. ¿De dónde vienen estos seres microscópicos?

Hoy le llamaste a tu amigo para quedarse de ver en el centro de la ciudad. ¿Cómo es que nuestra voz puede ser escuchada por otra persona que está a kilómetros de distancia? Cuando pasean juntos, se toman una foto y la suben a sus redes sociales. ¿Cómo se convierte la luz que capta una cámara en información que puede transferirse a millones de usuarios?

Para moverte de un lugar a otro, es común que tomemos el autobús o cualquier otro transporte motorizado. ¿Cómo es que un líquido viscoso y oloroso como la gasolina puede hacer que se mueva una máquina? Si viajamos mayores distancias, tomamos un avión. ¿Por qué un avión puede volar? ¿Y cómo es posible que podamos mandar cohetes al espacio exterior y a otros planetas?

Los materiales que utilizamos en nuestra vida diaria, como ropa, papel, utensilios de cocina o de oficina, son el resultado de procesos químicos industriales. ¿Cómo se transforma la materia de una sustancia a otra? ¿Qué es lo que hace que tengan ciertas propiedades que nos resultan útiles para facilitar nuestra vida?

Los científicos tratan de explicar los fenómenos naturales

Hay hombres y mujeres que se dedican a responder preguntas. Estas personas, los científicos, deben de hacer preguntas muy concretas para poder realizar experimentos que les puedan ayudar a responderlas. Antes de formular una buena pregunta, deben estudiar mucho para poder estar conscientes de qué es lo que ya se sabe; es decir, qué es lo que han descubierto otros científicos antes que ellos.

Las preguntas pueden ser tan sencillas, como ¿cuántas personas se han enfermado este año de influenza?, o más complicadas, por ejemplo: ¿cómo se originó la vida en la Tierra?

Las respuestas a estas preguntas pueden tener una utilidad práctica muy directa. En el caso de la influenza, se podría estimar cuántos medicamentos son necesarios para atender el problema o saber si las campañas de vacunación están siendo efectivas.

Otras respuestas tal vez no tienen una aplicación por sí mismas, pero ayudan a comprender mejor un fenómeno y con más conocimiento se puede llegar a desarrollar alguna tecnología. Por ejemplo, si un científico se plantea entender ¿cómo le hacen las células para reparar su ADN?, tal vez logre describir con detalle todos los procesos moleculares necesarios.

Alguien podría preguntar, con justa razón, ¿y eso de qué sirve? Después, otros científicos podrían descubrir que en la enfermedad del cáncer, las células tienen daños en su ADN. Gracias al conocimiento generado por el primer científico, podría desarrollarse una terapia que esté basada en los mecanismos que usan las células para reparar el ADN.

¿Por qué es importante invertir en ciencia en México?

Podríamos seguir importando todos los medicamentos, aparatos electrónicos y demás productos que nos dan una mejor calidad de vida. Sin embargo, esto es altamente costoso y nos condena a siempre ser un país subdesarrollado.

La inversión nacional en ciencia tiene como fin el poder hacer de México un país que desarrolle sus propias tecnologías y además pueda venderlas a otros países. De esta manera se crean empleos bien remunerados, ya que se comercializan productos de alto valor agregado y que están a la vanguardia.

México es un país privilegiado en recursos naturales, pero no se gana tanto dinero con sólo vender materias primas. Los productos que se obtienen a partir de las materias primas son los que generan mayores ingresos. Un ejemplo muy simple: gana más un país que vende productos químicos derivados del petróleo (gasolinas, plásticos, medicamentos, etcétera) que uno que sólo vende su petróleo.

Con el desarrollo científico se pueden generar productos con un alto valor agregado a partir de materias primas simples. Con la biotecnología se pueden generar herbicidas amigables con el ambiente, o vacunas contra enfermedades virales, o cultivos resistentes a sequías. Otras áreas científicas pueden tener un impacto también: la nanotecnología puede llevar a la creación de nuevos materiales, más resistentes, más baratos o más versátiles.

La investigación científica requiere de una inversión económica constante, ya que es necesario utilizar equipos y sustancias de alta calidad, además de la remuneración para todo el personal involucrado: estudiantes, doctores, técnicos y personal administrativo. La ciencia no debe verse como un gasto, sino como una inversión, ya que los frutos son para el beneficio de la sociedad en general.

Fuente: Y sin embargo se mueve