Elaboración rápida y rentable de pequeñas cantidades de diversos biofármacos

Los biofármacos, una clase de fármacos que incluye anticuerpos y hormonas, representan un sector en rápido crecimiento dentro de la industria farmacéutica. Son cada vez más importantes para la “medicina de precisión”. Esta consiste en usar fármacos adaptados a los perfiles genéticos o moleculares de grupos de pacientes particulares.

Tales fármacos suelen fabricarse en grandes instalaciones dedicadas a un único producto, utilizando procesos que son difíciles de reconfigurar. Esta rigidez hace que los fabricantes tiendan a centrarse en fármacos que sean necesarios para muchos pacientes, mientras que la producción de aquellos que solo sirven para grupos más pequeños de pacientes puede quedar aplazada por tiempo indefinido.

Muchos biofármacos son producidos en aparatos conocidos como “biorreactores”, donde células de bacterias, de levadura o mamíferas producen grandes cantidades de un único fármaco. Sin embargo, los fármacos así elaborados hay que purificarlos para poder usados, de modo que todo el proceso de producción puede incluir decenas de pasos, muchos de los cuales requieren intervención humana. Como resultado de ello, pueden necesitarse de semanas a meses para producir un único lote de un fármaco.

Para ayudar a mejorar la disponibilidad de estos fármacos de uso minoritario, el equipo de J. Christopher Love, Laura Crowell, Amos Lu y Kerry Routenberg Love, del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), en Cambridge, Estados Unidos, ha desarrollado un nuevo sistema que puede ser reconfigurado fácilmente para producir diferentes fármacos, permitiendo un flexible cambio entre productos a medida que se necesiten y pudiéndose fabricar rápidamente biofármacos bajo demanda.

Love y sus colegas han usado este sistema de fabricación, que puede caber en una mesa común de laboratorio, para producir tres biofármacos diferentes: una hormona de crecimiento humana, un compuesto que se utiliza para tratar el cáncer, y otro que se emplea para aumentar la potencia de los sistemas inmunitarios de pacientes que están recibiendo quimioterapia.

El equipo de Love ha comprobado que para estos tres casos, los fármacos producidos con el nuevo proceso poseen los mismos rasgos bioquímicos y biofísicos que las versiones fabricadas de forma convencional y a escala comercial.

Fuente: noticiasdelaciencia.com