Un profundo estudio postula que Leonardo da Vinci pintaba mejor porque era ¡bizco!

De la zurda mano de Leonardo da Vinci brotaron fascinantes retratos, como la “Mona Lisa” o la “La Dama del Armiño” o fantásticas composiciones, como “La Última Cena”. El artista se devanó los sesos para hallar la proporción áurea y probar la cuadratura del círculo, en “El hombre de Vitruvio”, hizo increíbles estudios anatómicos y ópticos, y dibujó máquinas y armas futuristas llenando sus bocetos de interesantes anotaciones. Por sus obras sabemos que Da Vinci era un hombre de una curiosidad sin límites que suplió su falta de estudios con su dote de observación, su imaginación y su obsesión por fusionar ciencia y arte, lo humano con la tecnología.

Un profundo estudio que se acaba de publicar en la revista JAMA Ophthalmology asegura haber averiguado una nueva faceta del genio renacentista. Los autores han analizado seis obras del florentino y han concluido que padecía de estrabismo. Esto, lejos de perjudicarle, le ayudó a representar con más facilidad la perspectiva tridimensional en el lienzo, tal como ha sugerido Christopher Tyler, investigador de la Universidad de Londres (Reino Unido) y primer autor del estudio.

¿Por qué? Tal como ha sugerido Tyler, esa condición puede llevar a que una persona adquiera visión monocular, en dos dimensiones, lo que puede ser de gran ayuda para dibujar y pintar. Esto “pudo contribuir a la habilidad excepcional de da Vinci para capturar el espacio en un lienzo plano”, ha escrito el autor en el artículo.

La clave, analizar otras obras

Hay pocas representaciones de Leonardo da Vinci, de modo que a los investigadores les resulta complicado averiguar si realmente era bizco. Sin embargo, Tyler ha analizado las pupilas y las miradas que aparecen en seis obras que, según él, se podrían considerar como retratos o autorretratos de da Vinci.

Esto le ha llevado a estudiar las esculturas “David” y “Guerrero Joven”, donde se cree que Andrea del Verrocchio usó al que fuera su aprendiz como modelo para sus rostros. Además de eso, Tyler ha trabajado con tres retratos de Leonardo que, si bien no son representaciones de sí mismo, podrían tener algunos de sus rasgos, según ha sugerido. Estos son: ”San Juan Bautista”, “Salvator Mundi” y el “Hombre de Vitruvio”. Esto no es tan descabellado, según el investigador, si se recuerda una cita de Leonardo en la que este dijo que “(El alma) guía el brazo del pintor y le hace reproducirse a sí mismo, dado que parece que el alma es la mejor forma de representar a un ser humano”. Por último, los análisis de Tyler también han incluido un autorretrato reconocido de Leonardo da Vinci.

Las pesquisas de Christopher Tyler le han llevado a concluir que Leonardo da Vinci tenía exotropía, un tipo de estrabismo en el que ambas pupilas están orientadas hacia el exterior. Según este investigador, además, esta condición estaba más presente en los retratos que en los autorretratos. Esto le ha llevado a sugerir que da Vinci tenía una “exotropía intermitente”, en la cual esta condición no es constante, sino que depende del nivel de atención de la persona: por ejemplo, cuando Leonardo estaba relajado, esta situación era más notoria que cuando estaba centrado en un objeto específico.

Un estrabismo “conveniente”

Según Tyler, esta condición sería “bastante conveniente para el pintor, porque ver el mundo con un solo ojo permite hacer una comparación directa con la imagen plana que está siendo dibujada o pintada”. El hecho de que fuera intermitente y no permanente también sería ventajoso, porque no le privaría al artista de su capacidad de ver el mundo de forma estereoscópica.

Tal como el propio Christopher Tyler ha reconocido, no hay forma de comprobar a ciencia cierta si da Vinci tenía estrabismo o no, de modo que su investigación no aporta otra cosa más que una hipótesis fundada en una serie de análisis.

Curiosamente, no es la primera vez que se hace una investigación así. Otros autores han hecho estudios de la mirada en retratos para llegar a conclusiones similares. Estas investigaciones ya han sugerido que artistas como Rembrandt o Picasso también tenían estrabismo.

Fuente: abc.es/ciencia