Se descarta que los asteroides ataquen a la Tierra de forma periódica

“Esta cuestión está en discusión desde hace más de 30 años”, dice Matthias Meier del Instituto de Geoquímica y Petrología de la ETH Zurich.

Ya en 2015, los investigadores estadounidenses indicaron que los cráteres de impacto se formaron en la Tierra alrededor de cada 26 millones de años. “Hemos determinado, sin embargo, que los asteroides no golpean la Tierra a intervalos periódicos”, dice Meier, refutando la hipótesis popular.

En el pasado, los investigadores incluso han postulado la existencia de una estrella compañera al Sol. Esta supuesta estrella débil enana, llamada Nemesis, en recuerdo de la diosa griega de la venganza, se cree que se acerca al Sol cada 26 millones de años y causa que una lluvia de asteroides bombardee la Tierra. Esto ocurriría de nuevo en alrededor de 10 millones de años. Némesis, sin embargo, nunca se ha encontrado.

Hoy en día, sabemos de alrededor de 190 cráteres de impacto en la Tierra, con diámetros que van desde unos pocos metros a más de 100 kilómetros. Que van desde unos pocos años a miles de millones de años. Matthias Meier y su ex doctorante Sanna Holm-Alwmark en la Universidad de Lund restringieron su análisis a los cráteres formados en los últimos 500 millones de años, desde la aparición de las primeras formas de vida complejas.

Holm-Alwmark descubrió entonces que algunas de las fechas utilizadas en estudios anteriores eran falsas y que ahora se han corregido. Llegó a una lista de 22 cráteres cuya edad exacta se conoce en un uno por ciento.

Luego, Meier analizó estos impactos utilizando el análisis espectral circular (CSA). La línea de tiempo de los eventos fue representada en un círculo con un rango particular – en este caso, 26 millones de años. Si los acontecimientos se repitieran regularmente dentro de este intervalo de tiempo, los puntos se habrían dispuesto en un área particular del círculo. En su trabajo, publicado en la revista británica Monthly Notices de la Royal Astronomical Society, Meier y Holm-Alwmark demostraron que no había tal acumulación.

Los investigadores también determinaron que algunos de los cráteres de impacto tenían casi la misma edad. “Algunos de estos cráteres podrían haberse formado por la colisión de un asteroide acompañado por una luna”, sugiere en un comunicado Meier. “Pero en otros casos, los sitios de impacto están demasiado lejos el uno del otro para que esto sea la explicación”. Un ejemplo claro de esto es el cráter Chicxulub de 66 millones de años en México, que se ha relacionado con la extinción de los dinosaurios, y el cráter Boltysh en Ucrania, que se formó casi al mismo tiempo. “No tenemos una explicación definitiva para eso”, dice Meier.

Una causa posible podría ser una colisión entre dos fragmentos en el cinturón de asteroides, formando escombros que podrían entonces haber encontrado rápidamente su camino a la Tierra.

Sin embargo, una cosa es cierta: los cráteres con edades similares podrían distorsionar los resultados del análisis. “Nuestro trabajo ha demostrado que sólo algunos de estos llamados grupos de impacto son suficientes para sugerir una apariencia de periodicidad”, dice Meier, explicando que debido a que los investigadores del estudio de 2015 pasaron por alto la formación de estos grupos, su método estadístico los llevó en la dirección equivocada.

Fuente: Europa Press