Rosetta localiza al robot Philae en una grieta del cometa 67P

Después de una larga búsqueda, y a solo un mes del final de la misión, una de las cámaras de la nave Rosetta ha detectado al robot Philae. Según ha anunciado la Agencia Espacial Europea (ESA), el robot estaba en una oscura grieta hendida en la superficie del cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko.

La imagen fue captada el pasado dos de septiembre por el instrumento de alta resolución OSIRIS, a 2.7 kilómetros de distancia de la superficie del 67P. Muestra claramente la estructura principal del ‘lander’ junto a dos de sus (originalmente) tres patas. Hasta ahora no se conocía su ubicación exacta, ya que la detección por radio estaba limitada a un área de unas decenas de metros y las imágenes tenían muy poca resolución para poder ser analizadas en detalle.

“Habíamos empezado a pensar que Philae continuaría perdido para siempre”, asegura Patrick Martin, responsable de la misión. “Es increíble que hayamos capturado esta imagen a última hora”, prosigue. El hallazgo se ha producido a pesar de que la ESA cortó las comunicaciones entre la sonda y el pequeño robot, que llevaba en silencio desde el verano del año pasado.

Después de aterrizar sobre el cometa en noviembre de 2014, el módulo no logró anclarse adecuadamente en el sitio marcado por sus responsables debido a un fallo en uno de sus arpones. Tras rebotar varias veces sobre la superficie, el compañero de Rosetta cayó en un área oscura del cometa llamada Abidos.

La batería primaria del robot se agotó en tres días, por lo que entró en hibernación. Solo despertó para comunicarse brevemente con Rosetta en junio y julio de 2015, para volver al mutismo posteriormente. Según la ESA, la orientación de Philae explica por qué no se ha podido restablecer la conexión con el ingenio atrapado en el terreno.

El final de la misión está programado para el próximo 30 de septiembre, cuando la sonda Rosetta se aproximará al cometa para investigarlo de cerca. Su fatal destino es estrellarse contra la superficie del 67P/Churyumov-Gerasimenko.

Fuente: cienciaxplora.com