La sonda más antigua de la NASA descubre agua en Marte en una región en la que no debería existir

La Sonda Mars Odyssey de la NASA lleva en órbita alrededor de Marte más de 15 años. Pese a su veteranía, el satélite aún sigue proporcionando datos a los científicos. El último de esos datos es que existe agua bajo la superficie de Marte en las regiones ecuatoriales, algo que en teoría es imposible.

Los datos provienen del espctrómetro de la Mars Odyssey y no son nuevos, pero un equipo de la Universidad Johns Hopkins los ha vuelto a analizar y ha descubierto algo que en los primeros estudios habían pasado por alto completamente: altas concentraciones de hidrógeno.

La sonda de la NASA no puede detectar agua estando a 3.800 kilómetros de altura sobre la superficie marciana, pero sus herramientas son muy buenas detectando trazas de hidrógeno, y una elevada concentración de este elemento significa agua. Cuando la NASA comenzó a utilizar la Mars Odyssey con este fin, descubrió agua en los polos del planeta, algo que ya esperaban. Lo raro es que, después de reconstruir las imágenes del espectroscopio de la sonda también haya aparecido agua enterrada bajo la superficie del ecuador.

El clima de Marte y su tenue atmósfera hacen que cualquier depósito de agua sobre la superficie se sublime hasta desaparecer. Literalmente se evapora. La presencia de agua abundante bajo el suelo de las regiones ecuatoriales es una paradoja.

Los investigadores no tienen aún una explicación a los datos, pero sí dos hipótesis. La primera es que Marte pudo haber tenido una inclinación sobre su eje muy diferente hace millones de años, lo que explicaría que aún quede agua en esas latitudes. La segunda es que el propio terreno tenga una configuración que haga de “tapón”, ayudando a preservar el agua que hay debajo de él. La noticia es especialmente buena de cara a futuras misiones de colonización, pero aún nos queda mucho por aprender de Marte, y los investigadores de la Johns Hopkins recomiendan revisar todos los datos que ya hemos estudiado.

Fuente: Science Alert