Hallan meteorito de 30 toneladas en Argentina

Campo del Cielo, una región del norte argentino sigue dando sorpresas. El fin de semana pasado astrónomos encontraron un meteorito de más de 30 toneladas, el tercero más pesado que se ha hallado en el mundo hasta ahora.

La zona es famosa por grandes cantidades de material meteórico.  Hace unos 4 mil años un asteroide de unas 600 toneladas ingresó a la atmósfera terrestre en un ángulo casi plano, como si quisiera aterrizar, y lo hizo en la región de la provincia del Chaco, Argentina, a 14 mil kilómetros por hora, dando origen a una dispersión de mil 350 kilómetros cuadrados de meteoritos y cráteres de todos los tamaños.

Ahora, Mario Vesconi, presidente de la Asociación de Astronomía del Chaco, junto a un equipo de vecinos y obreros de la zona lograron desenterrar una nueva mole extraterrestre de 30 toneladas. Fue bautizado como Gancedo, como el nombre de la localidad más cercana al lugar del descubrimiento. “El hallazgo fue una gran sorpresa, nos sorprendió el tamaño”, comenta Vesconi.

Gancedo mide dos metros de alto y su composición sería similar a la del resto de meteoritos los hallados en Campo del Cielo: más del 90 por ciento hierro, algo de níquel y otros elementos como cobalto, galio, fósforo e indio en ínfimos proporciones.

Su pesaje exacto fue de 30 mil 800 kilos. Con las mismas grúas y balanzas decidieron pesar el otro meteorito gigante de la zona, El Chaco, que alcanzó los 28 mil 840 kilos, con lo que quedó desplazado al cuarto lugar en el ranking mundial –aunque su peso deberá ser confirmado más adelante, pues fue una sorpresa porque se pensaba que era cercano a las 37 toneladas–.  El rey de los meteoritos es el Hoba, de Namibia, que pesa 66 toneladas.

“El hallazgo de una pieza de mayor tamaño que las encontradas hasta el momento permite precisar mejor el campo de dispersión de los meteoritos, el área donde cayeron y la distribución espacial que tienen. Generalmente, los meteoritos más grandes se ubican en la zona más avanzada de la trayectoria, ya que los meteoritos masivos se frenan menos en la atmósfera que los que tienen menos masa”, explica Gonzalo Tancredi, astrónomo y profesor de la Universidad del Uruguay, quien no formó parte del equipo que realizó el hallazgo.

Además, Gancedo puede indicar la presencia de otras piezas de tamaño comparable y ayudar a mejorar la estimación de la masa total del asteroide original antes de ingresar a la atmósfera. “Este asteroide se ubicó en el cinturón principal, entre las órbitas de Marte y Júpiter. Su fragmentación producto de la colisión con otro de tamaño comparable, liberó una gran cantidad de fragmentos más pequeños. Estos fragmentos escaparon por acción gravitacional de la zona del cinturón principal y cruzaron la órbita de la Tierra”, detalla Tancredi.

Como en otros ejemplos de la zona, llama la atención la poca profundidad (dos metros) en la que estaba enterrado debido a una entrada de ángulo bajo, las cuales dejan cráteres de poca profundidad.

Zona catalogada

La zona donde encontraron a Gancedo fue incorporada como grupo de posibles cráteres a mediados de la década de 1990 gracias a fotografías aéreas de distintas cronologías e imágenes satelitales. “Hacia mediados del 2000 realizamos prospecciones magnetométricas y electromagnéticas, las cuales dieron resultados positivos. No se continuaron labores de investigación allí, porque todos contenían agua”, explica Vesconi.

De hecho, cuando la maquinaria comenzó a excavar hace unos días, comenzó a brotar el agua. El trabajo fue difícil porque las sogas y lingas no podían tomar a la roca alienígena. Cuando emergió de su cráter, los aplausos no se hicieron esperar. Vesconi otra vez se emocionó, reconoce.

Como con otros meteoritos, Gancedo también recorrió en caravana las calles de la localidad de su mismo nombre, donde todos los años se realiza la Fiesta Nacional del Meteorito y posee un museo, donde fue depositado el nuevo hallazgo.

El astrónomo asegura que puede haber más hallazgos. “El resultado final en este cráter nos da enormes expectativas sobre lo que pueda llegar a descubrirse en el resto del grupo de este sector, ya que todos tienen muy similares características”, dice Vesconi.

Fuente: Lucas Viano / Scientific American