Encontrado el caso más antiguo de parásito de hígado en momia de 375 años

Durante el siglo XVII, los médicos de Asia oriental recomendaban el jugo de cangrejo crudo para tratar el sarampión. Cuatro siglos después, la autopsia de una momia encontrada en Corea del Sur, de 375 años de edad, se ha convertido en un hallazgo espeluznante: el cadáver alberga una infección parasitaria en su hígado llamada Paragonimus westermani, probablemente causada por el consumo de crustáceos crudos.

La momia, perteneciente a un hombre llamado Jing Lee, dicen los investigadores de la Escuela de Medicina de la Universidad Dankook (Corea del Sur), tendría unos 63 años cuando murió, en 1642. La infección no es agradable, pero los investigadores no pueden afirmar que esta fuera la causa de la muerte. Después de haber desenterrado el cuerpo en 2014, los científicos, que publicaron su descubrimiento en Journal of Parasitology, notaron un bulto extraño en el hígado del hombre que fue mostrado por una tomografía computarizada. Cuando se quitó el bulto, se encontró que contenía huevos de color dorado de unos 85 micrómetros de largo.

Aquellos huevos fueron identificados como Paragonimus westermani. Eso hace que Lee sea el caso más antiguo de paragonimiasis hepática que se haya descubierto. Causada por el consumo de crustáceos poco cocinados, la infección se produce cuando estas papilas parásitas se establecen en el hígado o el pulmón, y puede eventualmente conducir a diarrea, vómitos y tos con sangre.

Los efectos de la paragonimiasis son comparables a algo así como una neumonía o gripe estomacal, y la infección puede durar años. Después de formar un quiste lleno de huevos, el parásito puede encontrar su camino en las vías respiratorias si el quiste estalla, lo que provoca el escupir con sangre.

Aunque la paragonimiasis no es común en los EE.UU., todavía se encuentra en el sudeste de Asia, América Central y América del Sur, y podría afectar a casi 300 millones de personas en todo el mundo. La mejor opción para evitarlo es tener mucho cuidado con los mariscos que se come, procurando su adecuada cocción.
Jing Lee fue uno de los desafortunados, aunque su desgracia ahora está dando a los investigadores una mejor comprensión de los patrones de salud durante la dinastía coreana de Joseon. De hecho, de las 18 momias que el equipo ha estudiado hasta ahora, todas ellas contienen al menos un tipo de parásito.

Las momias más antiguas del mundo son las de Chinchorro (Chile). Por lo menos 2.000 años antes de que las técnicas de momificación egipcia se expandieran en el mundo, el pueblo cazador y recolector de Chinchorro practicó sus propias formas de conservación de muertos, especialmente de niños y fetos recién nacidos.

Cerca de 120 de estas momias son conservadas en la Universidad de Tarapacá y se estima que hay hasta 180 más ejemplares en otros lugares de la región.

Mientras que las momias egipcias más antiguas datan de alrededor de 3.000 años a.C., estas se estima que son de alrededor del 5050 a.C. Científicos chilenos buscan ayuda de la comunidad científica internacional para detener el cada vez más acelerado deterioro de estos restos de incalculable valor histórico. Los expertos han señalado que dicho deterioro, que vuelve a los restos humanos cada vez más negros, se debería al cambio climático.

Fuente: Journal Of Parasitology