En 10 mil años, un pez evolucionó más que cualquier otra especie y desarrolló distintos tipos de mandíbulas

El pez Cyprinodon laciniatus de la isla caribeña de San Salvador, de las Bahamas, evolucionó rápidamente en los últimos 10 mil años y desarrolló diferentes tipos de mandíbulas, según un estudio publicado en la revista Molecular Biology and Evolution. Según el equipo de investigadores liderado por Christopher Martin, de la Universidad de Carolina del Norte, en Estados Unidos, la tasa de evolución de este pez es 51 veces mayor que la de las especies emparentadas de la familia de los cyprinodontidae. 

En este mismo periodo, el Homo Sapiens ha cambiado poco. Hace 10 mil años, el ser humano ya practicaba la agricultura. Gracias a las modificaciones, los peces se pudieron especializar en diferentes formas de alimentación, como algas, caracoles y las escamas de otros peces, además, estos ejemplares ya no compiten entre ellos en la búsqueda de alimento. Los investigadores querían saber qué partes de la herencia genética son responsables de las diferentes mandíbulas. Para ello, secuenciaron el genoma de 37 individuos y lo analizaron concienzudamente. 

De esta forma, encontraron 18 posibles genes que nunca antes se habían relacionado con la forma del cráneo. En los lagos de agua salada de la isla de San Salvador se encuentra una increíble variedad de peces, detallan los investigadores. 

El pez se llama -en inglés- Bahaman Pupfish, de la palabra inglesa “pup” que significa cachorro. El ejemplar recibe este nombre porque los machos nadan de forma alborotada para delimitar su territorio durante la época de apareamiento. La evolución de estos peces recuerda a los famosos pájaros pinzones de Darwin. Estos sólo viven en las Islas Galápagos, frente a la costa de Ecuador. De su forma original desarrollaron, entre otras cosas, más de diez formas diferentes de pico para así utilizar distintos métodos de alimentación. 

Algunos pinzones tienen un pico fino, otros lo tienen fuerte para poder partir las semillas. El investigador Charles Darwin les puso su nombre cuando los descubrió en 1835. Sin embargo, los expertos tienen opiniones encontradas respecto a la influencia que los pinzones tuvieron en su teoría de la evolución, formulada hace 150 años.

Fuente: Emol.com