El oscuro pasado de una auténtica ‘Estrella de la Muerte’

Astrónomos han descubierto un inusual sistema planetario con una estrella madre similar al sol de la Tierra, pero cuya composición indica que ha devorado alguno de sus planetas.

“No significa que el Sol se va a ‘comer’ a la Tierra a corto plazo”, dijo Jacob Bean, profesor asistente de astronomía y astrofísica en la Universidad de Chicago y co-autor de un documento publicado en Astronomy & Astrophysics. “Pero nuestro descubrimiento proporciona una indicación de que historias violentas pueden ser comunes para los sistemas planetarios, incluyendo el nuestro”, afirma en un comunicado.

A diferencia del artificial destructor de planetas ‘Estrella de la Muerte’ en la saga ‘Star Wars’, esta versión natural podría proporcionar pistas sobre cómo los sistemas planetarios evolucionan con el tiempo.

Bean y sus colegas estudiaron la estrella HIP68468, que está a 300 años luz de distancia, como parte de un proyecto de varios años para descubrir planetas en órbitas de gemelos solares. Es difícil sacar conclusiones de un único sistema, advirtió Megan Bedell, estudiante de doctorado de la Universidad de Chicago, co-autora de la investigación. El plan del equipo “es estudiar más estrellas como esta para ver si esto es un resultado común del proceso de formación de planetas.”

Las simulaciones por ordenador muestran que, en miles de millones de años a partir de ahora, las fuerzas gravitatorias acumuladas producirán que Mercurio caiga hacia el Sol, dijo Debra Fischer, profesora de astronomía en la Universidad de Yale, que no participó en la investigación. “Este estudio de HIP68468 es un post-mortem de este proceso que ocurre alrededor de otra estrella similar a nuestro Sol. El descubrimiento profundiza nuestra comprensión de la evolución de los sistemas planetarios”, dijo.

Usando el telescopio de 3,6 metros en el Observatorio La Silla, en Chile, el equipo de investigación de científicos de varios continentes descubrió su primer exoplaneta en 2015. El descubrimiento más reciente necesita ser confirmado, pero incluye dos planetas candidatos, un super Neptuno y una super Tierra. Sus órbitas están sorprendentemente cerca de su estrella, uno con un 50 por ciento más masa que Neptuno se ubica desde su estrella a la distancia de Venus del Sol. La otra, la primera súper Tierra alrededor de un gemelo solar, con tres veces la masa de la Tierra, orbita tan cerca la estrella que tarda sólo tres días en hacerlo.

“Estos dos planetas muy probablemente no se formaron donde los vemos hoy”, dijo Bedell. En su lugar, es probable que migran hacia el interior desde las partes exteriores del sistema planetario. Otros planetas podrían haber sido expulsados del sistema, o ingeridos por su estrella.

La composición de HIP68468 apunta a una historia de ingestión de planetas. Contiene cuatro veces más del litio esperable para una estrella que tiene 6.000 millones de años de edad, así como un exceso de elementos refractarios, metales resistentes al calor y que son abundantes en los planetas rocosos.

En el interior caliente de las estrellas como el sol y HIP68468, el litio se consume con el tiempo. En los planetas, por otro lado, el litio se preserva en su interior porque las temperaturas no son lo suficientemente altas como para destruir el elemento. Como resultado, cuando una estrella envuelve un planeta, el litio que el planeta deposita en la atmósfera estelar se destaca.

En su conjunto, el litio y el planeta rocoso envolvieron material en la atmósfera de HIP68468 equivalente a la masa de seis Tierras.

“Puede ser muy difícil conocer la historia de una estrella en particular, pero de vez en cuando tenemos suerte y encontramos estrellas con composiciones químicas que hacen probable que haya habido una caída de planetas”, dijo Fischer. “Ese es el caso con HD68468. El producto químico que queda de uno o más planetas está untado en la atmósfera de la estrella”.

“Es como si vimos un gato sentado junto a una jaula de pájaros”, añadió. “Si hay plumas amarillas que salen de la boca del gato, es una buena apuesta de que el gato se ha comido un canario.”

Fuente: Europa Press