El cerebro cambia de formas no imaginadas cuando aprendemos algo

Hasta ahora se creía que cada vez que aprendíamos algo, el proceso era particularmente lento. Pero una investigación recientemente publicada en Science, ha encontrado evidencia que sugiere que la neuroplasticidad ocurre más rápido de lo que se pensaba anteriormente, y de diferentes maneras.

Investigaciones anteriores han sugerido que el aprendizaje es progresivo, ya que las personas absorben nueva información, y esta se almacena en ubicaciones físicas en el cerebro. De esta manera, el órgano cambia para adaptarse a nuevos conocimientos a medida que se produce más aprendizaje. Así mismo, los estudios han demostrado que el hipocampo es la principal región del cerebro involucrada en la retención de la memoria.

Sin embargo, en el nuevo estudio, a cargo de un equipo de investigadores de la Universidad de Tübingen y el Instituto Max-Planck de Cibernética Biológica, ambos en Alemania, cuestiona ambas suposiciones.

El agua en nuestro cerebro

Para aprender más sobre lo que ocurre físicamente en el cerebro cuando una persona está aprendiendo algo nuevo, la nueva investigación estudió a voluntarios con imágenes de resonancia magnética ponderada por difusión (DW-MRI). Esta técnica de IRM menos conocida detecta cómo se difunde el agua en el cuerpo.

Los investigadores, liderados por la PhD Svenja Brodt, usaron el DW-MRI para observar cómo se difundía el agua en el cerebro mientras los voluntarios aprendían un nuevo material. Ellos sugieren que los resultados ofrecen una nueva visión de la plasticidad en el cerebro.

El equipo informa que pudieron ver cambios físicos en el cerebro que ocurrieron a las pocas horas de la exposición del voluntario al nuevo material. También encontraron que la plasticidad cerebral estaba ocurriendo en la corteza parietal posterior, y no en el hipocampo. Además, también se pudo localizar el engrama de la memoria (los cambios físicos que experimenta el cerebro al aprender algo nuevo), algo que fortalece las teorías de que la memoria no se almacena en los “bancos de memoria” del cerebro, sino en ciertas ubicaciones en todo el cerebro.

Estudiar la difusión de agua en el cerebro utilizando DW-MRI ofrece una forma nueva y quizás mejor de estudiar la microanatomía cerebral, permitiendo una visión más completa y detallada de lo que sucede dentro de nuestros cráneos cuando interactuamos con el mundo que nos rodea.

Fuente: nmas1.org