Consejos para sobrevivir a la primera hora tras un ataque nuclear

En la historia de la humanidad, solo se han empleado dos veces bombas nucleares sobre población. Fue en Hiroshima y Nagasaki, en la II Guerra Mundial, los días 6 y 9 de agosto de 1945. Causaron entre 130.000 y 250.000 muertes. Desde entonces, no ha vuelto a producirse ningún ataque y tras el fin de la Guerra Fría, el temor a un ataque nuclear cayó. Pero ahora, la amenaza de países como Corea del Norte y grupos terroristas islamistas como Estado Islámico han vuelto a generar cierto temor en el mundo occidental.

El Departamento de Seguridad Nacional del Gobierno de los Estados Unidos ofrece unos consejos en su página web sobre cómo actuar en caso de ataque atómico (siempre y cuando, claro, se esté a una distancia suficiente como para no morir instantáneamente).

Consejos generales:

  • No mirar hacia el destello que genere la explosión.
  • Mantener la boca abierta para evitar que los tímpanos sufran los efectos de la presión.
  • Permanezca lejos de edificios o construcciones de gran altura que amenacen con desplomarse.
  • Intente mantenerse informado en radio y televisión si es posible, ya que las fuentes oficiales pueden ofrecer información relevante sobre qué hacer.

Si está en una zona edificada:

  • Cúbrase, mejor si es bajo tierra.
  • Si no puede ocultarse en algún lugar subterráneo, busque un edificio, preferentemente fabricado en ladrillo u hormigón, con el fin de evitar material radiactivo del exterior.
  • Intente alejarse lo máximo posible del exterior, buscando las zonas centrales de los edificios.
  • Si está en un lugar seguro, no lo abandone, ni siquiera para buscar a familiares.
  • Intente ponerse cómodo: puede que permanezca allí al menos 24 horas.

Si está al aire libre:

  • Túmbese y proteja su cabeza. Quítese la capa más externa de su ropa y busque refugio lo antes posible.
  • Si fuera factible, selle su ropa con bolsas de plástico.
  • En cuanto sea posible, dúchese, con cuidado de no dañar la piel. Use champú para el cabello, pero no acondicionador, porque éste hace que sea más difícil retirar posible material radiactivo.

Fuente: Europa Press