Algo perturbo notablemente al Sol hace unos 7,500 años

Unos análisis de anillos de crecimiento anual de árboles muy antiguos sugieren que en torno al año 5480 a. C. el Sol experimentó una alteración extrema y anómala en su actividad.

Los autores de la investigación han averiguado esto midiendo los niveles de carbono-14 en dichos anillos. Ese nivel sirve de indicador de la incidencia en la atmósfera terrestre de rayos cósmicos (chorros de partículas subatómicas, mayormente protones). Al llegar a la atmósfera terrestre, esos rayos interactúan con ella y uno de los resultados es una producción de carbono-14.

Cuando cambia la actividad solar, ello tiene efectos directos sobre la Tierra. Por ejemplo, cuando el Sol está poco activo, su “escudo protector” en su zona de influencia (dentro de la cual está la Tierra) se debilita y por ello deja pasar más rayos cósmicos, procedentes de fuera de nuestro sistema solar, con el resultado de que la cantidad del tipo antedicho de carbono (carbono-14) se incrementa en la atmósfera terrestre. Dado que el carbono en el aire es absorbido por los árboles, los niveles de carbono-14 en los anillos de estos pueden ser una indicación de la actividad solar y de sucesos solares inusuales del pasado.

El equipo de Fusa Miyake, de la Universidad de Nagoya en Japón, y A. J. Timothy Jull, de la de Arizona en Estados Unidos, se valió de dicho efecto para “leer” la actividad solar en un espécimen de una especie de pino capaz de vivir durante miles de años.

Los investigadores encontraron un aumento en el nivel de carbono-14 que fue más abrupto que cualquier otro hallado previamente, excepto el de una anomalía acaecida en el año 774 o 775 de nuestra era, y el de otra en el año 994.

Ahora habrá que intentar averiguar qué fue lo que aparentemente le ocurrió al Sol hace siete mil años. Es muy poco lo que se sabe acerca de los mecanismos subyacentes en los episodios de actividad solar inusual como el ahora descubierto. Eso impide ofrecer por ahora una explicación lo bastante fiable. Miyake y sus colegas esperan que observaciones adicionales de anomalías en estrellas parecidas a la nuestra puedan llevarnos a una explicación exacta.

Fuente: noticiasdelaciencia.com