Logran científicos mexicanos producir pigmentos de alto valor comercial a partir de dos microalgas

El Instituto de Ecología (Inecol) participa en un importante proyecto científico siendo parte de un consorcio binacional México-Gran Bretaña, cuyo objetivo principal es cultivar el alga espirulina (Spirulina maxima) para inducir altas concentraciones de ficocianina, pigmento de alto valor comercial.

La espirulina es una microalga con gran valor nutricional, dado que su principal pigmento llamado ficocianina es antioxidante, refuerza el sistema inmunológico y tiene propiedades anti-cáncer, entre otras cualidades. Su costo en el mercado internacional como biomasa es aproximadamente de 30 dólares el kilogramo, pero si se extrae el pigmento azul y se purifica, el valor de éste se puede incrementar hasta mil veces. En función de su grado de purificación se puede utilizar en la industria de alimentos, en la de nutraceúticos y en la de cosméticos.

Hasta ahora, en el Inecol se ha implementado una planta piloto para el cultivo de microalgas, donde también se cosechan y se realiza la inducción de la ficocianina mediante luces LED y su posterior extracción. El proyecto ha concluido y mediante los nuevos procesos desarrollados de cultivo y cosecha ha logrado abatir costos, pero se busca escalar la producción a escala industrial y requiere de financiamiento de empresarios visionarios o instituciones de nivel mundial.

El trabajo científico binacional inició a finales de 2016 a través de la convocatoria Innovate UK, y fue financiado por partes iguales por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, por México, y el Newton Fund, por el Reino Unido.

El proyecto fue encabezado por parte de México por la doctora Eugenia Olguín Palacios, quien en entrevista refiere que además de Inecol son parte del consorcio binacional el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey, por nuestro país, mientras que por parte del Reino Unido intervienen la Universidad de Swansea y la spin-off Membranology.

“La empresa británica desarrolló un sistema para cosechar microalgas con membranas y nosotros hicimos un proceso de dos etapas, donde primero cultivamos la espirulina a muy bajo costo en medios alternativos y después la cosechamos con las membranas, lo cual permite abatir costos de manera significativa. Finalmente, para incrementar la concentración de la ficocianina hicimos una inducción mediante iluminación LED. El grupo del ITESM se orientó a cultivar otra microalga y obtener ficoeritrina, también utilizando el equipo de cosecha a base de membranas desarrollado por Membranology.

La doctora en ingeniería bioquímica explica que para continuar con el proyecto binacional y lograr producir industrialmente ficocianina participaron en una convocatoria del Newton Fund que otorga un Premio en efectivo a trabajos científicos innovadores que sirvan para abordar los desafíos del mundo en desarrollo y propongan formas de resolverlos. Este año, por América Latina aplicaron por el Premio 140 proyectos de México, Brasil, Chile y Colombia.

“La tendencia a nivel mundial en la industria de alimentos es utilizar aditivos de origen natural, ya nada sintético, y nuestro producto final contiene propiedades nutricionales que le dan un alto valor agregado. De manera que la nueva propuesta busca cultivar dos microalgas a bajo costo y extraer y purificar ficocianina y ficoeritrina para la industria de alimentos El impacto no sería solamente para México o el Reino Unido si no a nivel global”.

El importante proyecto quedó como finalista del Premio Newton, pero a decir de la doctora Olguín Palacios seguirán buscando la atención de inversionistas o financiamientos institucionales, pues se trata de un producto con gran potencial para la industria. (Agencia ID)